
C’ est la vie!
Les debe parecer absolutamente extraña esta fotografía de don Isaac Newton, pero lo cierto es que nunca imaginé que a mis años terminaría aprendiendo la física newtoniana o para ser más exacta “La segunda ley de Newton”.
Todo se remonta a la semana pasada cuando estando en cama, con la niña enferma suena mi teléfono. ¡Quien cresta será a esta hora y en día de mierda!
Era la secretaria de mi escuela disque habían llamado del Instituto de Física de la UACh solicitando una niña con buena dicción, creativa y con aptitudes teatrales. Mich!, ni siquiera había tirado currículum por ninguna parte, me había conformado con mi turnito de laborante en el laboratorio de computación de la escuela, pero no estaban de más unos morlacos demás…
Al día siguiente partí muy temprano hasta el laboratorio a saber más del asunto y por qué diablos un físico requería de una niña “actriz amateur”. -Hola mi nombre es Yesica, soy la niña de Periodismo que le designaron en mi escuela-.
Don Jorge Santamarina, el físico me miró con curiosidad. Luego de analizarme me preguntarme mi edad con su acento argentino preguntó. ¿Y bueno Sheesica es obvio que en estos años en la universidad no haz tenido este tipo de ramos, pero dime, qué recordás de esta?
- EEE mm, empecé a guatiar pesao y le dije masa volumen densidad es lo único que sé, pero nada más….
- ¿Qué acaso no te hizo vibrar con la física tu profesor del colegio?
- MMN NO, la verdad es que traté de olvidarlo todo… me iba pésimo, aprobaba el ramo con nota 4.0 gracias a las poesías que recitaba en los actos externos que organizaba el profesor, -pensaba para mis adentros.
Como si adivinara mis pensamientos el octogenario académico me invitó hasta el pizarrón (de tiza, nada de blackboard) y empezó de 0 a explicarme el porqué del desplazamiento de los objetos, las fuerzas que actúan sobre él y cuántos newton podría pesar mi cuerpo tomando en cuenta que 1 newton es igual a casi 100 gramos y si lo multiplico por metros pasan a ser joules; es fascinante…
Luego de eso me mostró los libretos, una especie de radioteatro de la física que yo debía dramatizar y capturar en audio para que sus bioquímicos aprendan las leyes de Newton de una forma más didáctica. ¡Este profe está loco!, pensé. Pero bueno, le designaron a la “más cuerda” de toda mi escuela.
Resumiendo, ganaré 18 morlacos mensuales por jugosiar con la física