Friday, May 12, 2006



DESDE EL SILENCIO PIDO AUXILIO

Imaginen que cruzan el canal de Chacao que conduce a la Isla de Chiloé y de la nada se levanta una tremenda tormenta, no saben nadar, es de noche, el ferry se agita de derecha izquierda como si tuviese voluntad, no saben nadar. Tienen frío, miedo, se quieren salvar, pero no saben cómo, el narfragio es inminente. Yo se nadar muy bien y de las pocas veces que he ido a Chiloé jamás me ha ocurrido aquello, fue sólo un ejemplo que quise recrear para personificarles lo que siento. Desde que despierto hasta que me voy a la cama me siento de esta manera. Una tremenda angustia me invade. Camino por las calles sin sentido, saludo y converso sin sentido, tengo temor, estoy alerta, es horrible esta sensación. Ayer vine a la Universidad a ver qué pasaba, fui hata el casino, recibí mi bandeja, comí sin prisa, sin apetito, antes tomé un café para calentarme, no sirvió. Me instalé como dos horas con mi libro de la Serrano para aislarme del resto. Luego salí, prendí un cigarrillo a ver si la fina estela de humo caldeaba mis entumecidos dedos, nada caminé más rápido, tampoco, compré unas donats de naranja, creí que era la falta de algo dulce.

Todo mundo vestía ropa normal, yo iba abrigada y tenía frío. Estaba desesperada, le pregunté a un desconocido que sentía, me miró estupefacto, bajó el volumen de su pendrive abrió los ojos como tratando de entender. -Perdona, es estúpida mi pregunta ¿tines frío?, - Yo y mi maldita costumbre tan visceral de preguntar lo primero que tengo en la lengua. No, no hace frío contestó el moreno de polar Columbia.- Ah gracais, le dije, conforme... No cabía duda, el problama era yo y esa sensación térmica que nada tenía que ver con el exterior, pues mi frío nacía y nace de los huesos.

No tengo a mano a quion hablarle de estas cosas, por mientras me conformo con vomitar esta angustia en un teclado, espero me sirva de algo. Estoy harta de desparramar mis lucas en farmacias y supermercados. La semana pasada compré unos migranol para mis dolores de cabeza que cada vez son más frecuentes, hoy me compré unas pastillas a base de manzanilla que se llaman Melipass, disque son par andar relajadita dijo la química. Sólo danzando encuentro la calma, me conecto, respiro, transpiro, pero dejo de bailar; enfrio mi cuerpo y vulve la maldita angustia.

Mis amigos dijeron el otro día medio de verdad, medio en broma que yo me escapo, que huyo, no andaban tan perdidos. Huyo y no se de que, tengo miedo... quiero borrarme, pero hay una personita que me necesita, pero quiero borrarme; necesito ayuda...

2 Comments:

Blogger Luis Felipe said...

Yo puedo date un poco de ánimo... esa angustia y esos síntomas son propios del día posterior a cualquier happy hours. El café no es lo mejor para eso, lo mejor es escuchar las locuras de tus nuevos amigos laborantes jajaja, por lo menos para despejarte. También puedes escribirle cartas a tu amiga, esa es una estupenda terapia.

7:01 AM  
Blogger déjame atravesar el viento... said...

Ay amiguito Felipe, agradezco tus palabras, en realidad este {ultimo tiempo, sin querer he aprendido a conocerte y valorarte. Sigamos cultivando este hermoso vínculo de laborantes...

11:04 AM  

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